A metros de las oficinas del Ayuntamiento de Barcelona, detrás de unas puertas de madera llenas de Street art, se encuentra El Cuiner de Damasc (Carrer dels Templers 2), reconocido en toda Barcelona como el lugar donde se sirven los mejores shawarmas. Productos frescos, elaboración casera y la mejor onda de su gente, hacen que la visita se repita más de una vez.
Nuestro amigo Facundo, argentino que se vino a Barcelona hace más de 16 años, nos lo había dicho: “El mejor shawarma de Barcelona está en la Placa Sant Miquel”. Y si alguien afirma con tanta rotunidad algo, sobre todo si se trata de comida, nosotros vamos a comprobarlo.
La verdad es que Barcelona está llena de sitios como éste. Shawarmas a buen precio,es la propuesta ideal cuando se tiene hambre y no mucho presupuesto.
O poco tiempo para hacer un almuerzo de dos platos y postre (lo mismo puede aplicar para una cena).
Confesamos haber probado varios shawarmas , por eso nos intrigaba este lugar, tan céntrico y tan recomendado. Y digo “tan recomendado”, porque luego descubrimos que no sólo Facundo era habitué y fan de estos shawarmas, sino que eran muchos más los que hablaban de él.
Así que, allí nos fuimos una noche a comprobar si este lugar merecía tantos elogios.
Llegamos al Cuiner de Damasc
Y llegamos a las puertas de “El Cuiner de Damasc”, en la esquina del Carrer dels Templers y Carrer del Palau, pleno barrio Gótico. A pocos metros se encuentra la Placa de Sant Miquel, con su famosa escultura homenaje a los castellers y el Ayuntamiento de Barcelona.
No puede haber algo más céntrico en la ciudad.
Apenas entramos nos recibió una cola de gente esperando a hacer su pedido.
Sí, hay cola.
Y sí, puede ser larga. La cola y la espera.
Pero no importa. Aquí, en el Cuiner de Damasc se espera lo que haya que esperar. Porque vale la pena.
Mucho.
Tanto como para comer el mejor shawarma de Barcelona.
Los que llegan ya saben que este es el posible escenario, especialmente si uno entra después de las 21hs.
El Cuiner cierra a las 23hs; así que alrededor de las 22.30hs nadie más puede entrar.
Los afortunados que han quedado dentro, recibirán su premio, que es poder comprar y disfrutar del mejor shawarma de la ciudad. Los que lleguen después, tendrán que volver otro día, pero más temprano.
Hay algunos lugares que logran esa fama y pueden darse el lujo de cerrar, incluso sabiendo que queda gente fuera. O el de no tener un gran cartel con su nombre en la fachada para que los encuentren.
Es que El Cuiner de Damasc no necesita eso. Su fama los precede.
Y sus clientes la aceptan. Porque a cambio, este lugar te ofrece la calidez de su atención, los productos más frescos y unos sabores que querrás repetir.
Al final del día, no es eso lo que buscamos en un buen lugar de comidas? Podría decirse que ellos han sabido aplicar esta fórmula infalible y se nota.
Su equipo y sus productos
Salem es el dueño, que llegó de Siria hace años, y que da la bienvenida a sus clientes. Simpático y sociable, se lo puede ver entre las mesas charlando con la gente.
Carlos y su compañero, están detrás del mostrador, preparando y cocinando uno a uno los shawarmas. Hay una frase que Carlos nos dijo cuándo lo conocimos, que lo resume todo: “Yo no tengo clientes, tengo amigos”.
Y es verdad. Te hace sentir como amigo de siempre, mientras le pone toda la dedicación a ese siguiente shawarma que va a ser tuyo en unos minutos.
La otra clave es esta palabra: “casero”.
Todo lo hacen ellos. Desde el pan de pita hasta el döner shawarma que gira verticalmente contra el fuego, para ser cocido.
Ellos mismos preparan la combinación de las carnes de pavo y cordero, que serán asadas. Y será Carlos quien se encargue de asegurarse de que queden bien jugosas y marcadas contra el fuego. Trabajo y dedicación.
Y llegamos al sabor. Increíble.
Gracias a la combinación perfecta entre el pan, las carnes, las verduras y la salsa que ellos preparan. En este punto es donde me quedo sin palabras y les pido que vayan y lo prueben.
Como nos dijo nuestro amigo Facundo alguna vez: “Vayan y prueben”.
Nosotros les decimos lo mismo, vayan y prueben, háganlo y sabrán de qué les estamos hablando.
Si estás disfrutando del shawarma de El Cuiner de Damasc, caminá unos pasos y plantate en la Plaça Sant Miquel y luego seguí recorrido por el barrio Gótico que te encantará.
Acá los datos para que lo encuentres si estás paseando por el barrio Gótico:
Sentados desde las escalinatas del Edificio de Correos (tal vez saboreando un delicioso sándwich de Bo de B), no va a dejar de llamarles la atención una escultura de formas raras y llena de color, conocida como “La Cabeza de Barcelona” o “La Cara de Barcelona”.
Se realiza entre 1991 y 1992, años claves de la transformación que vive la ciudad con la llegada de los Juegos Olímpicos.
En ese período, «Barna» se llenará de nuevas obras de arte, y una de ellas es ésta. Llamativa ella, y grande: mide unos 15mts de alto aproximadamente, por unos 6mts de ancho. Y es una versión a escala reducida de una de las cabezas creadas por el artista norteamericano Roy Lichtenstein, en una serie llamada “Brushstrokes” o Pinceladas.
En este caso en particular, con su lenguaje inscrito en el Pop Art, “Cap de Barcelona” homenajea al gran artista catalán, Antoni Gaudí.
Qué elementos lo demuestran?
El impacto cromático, los puntos rojos en relieve y el revestimiento cerámico a modo de trencadís, esa técnica tan usada por los modernistas, y muy destacada en la obra del creador de la Sagrada Familia o Parc Güell.
Sobre el Passeig Colom, a metros del Moll de la Fusta, y en medio de la circulación del tráfico de Barcelona, es imposible no toparse con ella y admirarla.
Hablamos del Edificio de Correos y Telégrafos de Barcelona. Un edificio que a pesar de ser un lugar de paso de mucha gente, son pocos los que entran y descubren un interior hermoso y una cúpula imponente.
Un poco de historia
El primer servicio de correos de Barcelona se remonta al año 1338, siendo una cofradía quien lo llevara delante, y su sede se encontraba en la Capilla d’en Marcús, en pleno barrio de la Ribera (actualmente barrio del Born). Seguramente, ya hablaremos de ella en otro posteo, pero sepan que es una de las más antiguas que aún se conservan hoy en la ciudad, con parte de su estructura de estilo románico.
En 1716, el rey Felipe V incorporará a la corona española el servicio de correos y su sede se mudará al Carrer Correu Vell (el correo viejo, de ahí su nombre).
NO será la dirección definitiva, y se irá reubicando la sede de este servicio en varios lugares de la ciudad.
Finalmente, a principios del siglo XX, llegará el proyecto que podemos contemplar hoy.
Se estaba abriendo la Via Laietana, una nueva avenida en el medio del casco antiguo para conectar la moderna Barcelona del Eixample con el mar. Y en este contexto, se inicia el proyecto de un nuevo edificio para el Correo, cuya actividad se venía transformando debido a la aparición de nuevos medios de transporte.
Características del Edificio de Correos
El edificio, de los arquitectos Josep Goday y Jaume Torres i Grau y de estilo neoclasicista, se construirá entre 1916 y 1929, y se inaugurará justamente con el inicio de la Exposición Universal de ese año, de la cual Barcelona era sede.
Construido con piedra de las canteras de Montjuïc, montaña símbolo de Barcelona, cuenta con una fachada principal que hace gala de 4 columnas de orden gigante, un friso con la inscripción CORREOS Y TELÉGRAFOS, 4 esculturas de figuras femeninas que representan las comunicaciones, los transportes y el escudo de la Casa Real Española en tiempos del Rey Alfonso XIII.
Pero sin lugar a dudas, el atractivo principal está dentro del edificio. Así que, si ya estás ahí, no te lo pierdas.
Es un edificio público, lo que significa que no se pagan entradas y no se restringe el ingreso.
Honestamente, muchos pasamos de largo en nuestras rutinas, y ni siquiera recordamos entrar para conocerlo. Pero vale la pena el esfuerzo de subir esa escalinata, y maravillarse con la cúpula de cristal que corona el edificio en su parte central y que lo llena de luz natural.
Y, por qué no, también hacer uso del servicio de correos: postal de Barcelona en mano, enviarla desde acá a quien quieras, como en los “viejos tiempos”.
Uno de los mejores bocadillos de Barcelona, a un precio súper barato y en una ubicación ideal para el que pasea por Barcelona, sea turista o local. Un “bareto barato” para tener en cuenta, cuando hay poco tiempo, pocos billetes en la cartera y mucho hambre.
Podríamos decir, sin temor a equivocarnos, que ya es un clásico de Barcelona.
Es tal su fama, que ha trascendido fronteras, y cuando llegás a su puerta descubrís que su clientela proviene del mundo entero. Todo aquél que anda por Barcelona y con presupuesto ajustado, pero tiene ganas de buenos sabores y tiene bastante hambre, está generalmente haciendo cola para comprar su bocadillo en Bo de B.
El Local
Es un lugar pequeño, al lado del edificio de Correos de la ciudad y en uno de los límites del barrio Gótico. Hace 11 años que comenzaron y el reconocimiento que se han ganado tiene que ver con lo más importante que buscamos a la hora de comer: productos frescos, ricos, servidos generosamente y a excelente precio.
Por eso se ha ganado un lugar en nuestra lista de recomendaciones, y en esta sección que llamamos “Baretos baratos”, donde nos gusta pasarles el dato de buenos lugares donde comer o beber sin pagar mucho.
En verdad, y para ser claros: este no es un bar propiamente dicho.
De hecho no vende alcohol, y la mayoría de la gente compra aquí su comida para llevar.
No vamos a mentirles, la idea es que confíen en nosotros, porque Bo de B, aunque por su modelo de negocio no lo parezca, se ajusta perfectamente a esta sección en cuanto a precios y calidad se refiere.
Si buscan comer bueno y barato, éste es su lugar.
La cerveza se puede comprar en cualquier supermercado a pocos metros, eso nunca es un problema.
El nombre
Ahora, hablemos de lo que nos atañe, Bo de B: su nombre (curioso) está en catalán. “Bo” es bueno, y la B, de nuestra querida Barcelona.
Así que su nombre lo dice, y no miente: éste es el Bueno de Barcelona.
Sus productos
Qué nos ofrecen? Bocadillos, sobre todo. O sea sándwiches.
Todas las variedades están escritas en la ventana del local, así que mientras esperás a ser atendido, ya podés ir decidiendo con cuál de todos vas a deleitarte: hay de ternera, de pollo, de salmón, sólo de vegetales, hamburguesas.
Todos a un precio alrededor de los 4 euros. Por unos 50 céntimos más, podés agregar el queso feta, que recomendamos fervientemente.
Ahora, si tenés más tiempo, no podés comer pan o tenés ganas de sentarte mientras comés tranquilo, Bo de B tiene algunas mesas (no muchas) en su interior.
Podés comer el bocadillo ahí mismo, o disfrutar de cualquiera de las otras opciones que hay en el menú: sus propuestas al plato.
Consisten en variedades de verduras, ensaladas, con la opción de agregar también pollo o carne, por ejemplo, que se cocinan en el momento.
Estos platos son enormes, generosos, y si bien son un par de euros más caros que los bocadillos, son ideales si buscás algo natural y fresco, pero asegurándote que no tendrás hambre de nuevo por varias horas.
Nos gusta siempre aclarar algo: la frescura de los productos, y además en el caso de Bo de B, que se cocinan en el momento. Cuando finalmente llega tu turno, te preguntarán tu elección y si es con carne, tu ración ya marinada, se cocinará ahí mismo. De ahí que lleve algo más de tiempo, y las colas en temporada alta o en horas pico sean largas.
Pero vale la pena, siempre vale la pena.
Cómo funciona Bo de B?
Lo contamos, porque con tantos años atendiendo a tanta gente, ya tienen un sistema para funcionar mejor.
Te pasamos el dato sobre todo si sos primerizo por estos lares. Cuando llegues es muy probable que ya te encuentres con gente haciendo cola. De hecho, en nuestro video les contábamos que eran las 12.05hs, habían abierto a las 12.00hs, y ya teníamos gente delante.
Ahora, este dato es esencial: si vas a comprar y llevarte tu comida, como hicimos nosotros, la cola que hay que hacer es la que se extiende hacia la derecha de la puerta (mirando a la puerta). En cambio, si querés comer dentro de Bo de B, la cola se hace hacia la izquierda. De esa forma, en el local ya pueden organizar su trabajo y a nosotros, sus clientes.
Otro detalle más: por cuestiones de espacio, que no sobra dentro del local, la cola se hace fuera y sólo van ingresando de 1 o dos personas a la vez, a medida que van saliendo los que ya están atendidos.
Parecen muchas reglas, no? Tranquilos, no es el “Soup Nazi” de Seinfeld. Esta gente es muy amable y cuando te reciban, van a atenderte con una sonrisa y muy buena onda.
Ahora sí, bocadillo en mano y con tu estómago pidiendo por favor que lo calmes, después de haberlo estimulado más con los aromas y colores de Bo de B, buscás un lugar para saciar el hambre.
Los valientes, o gente con manos y boca muy grande, pueden caminar y comer al mismo tiempo.
No es mi caso, sobre todo por las manitos. Si sos más de mi equipo, y no querés que toda tu ropa evidencie después lo que has comido, sugerimos el lugar ideal para engullir con tranquilidad tu sándwich: las escalinatas del edificio de Correos, que están justo enfrente.
Mismo lugar que elegimos nosotros, y mucha gente más, en el video que ya les compartimos. El sol acompaña, algunas palomas también hay que decirlo, y hacemos de ese un lindo lugar para parar unos minutos y sorprendernos con todos los sabores que puede incluir un bocadillo tan genial.
El pan calentito, esponjoso por dentro y crujiente por fuera; la variedad de verduras, las carnes marinadas y especiadas, el queso feta que se deshace y las salsas que unen todo… y chorrean un poco, ojo con este detalle.
Así que el bocadillo de Bo de B se come mejor sentado, con las piernas abiertas de par en par, para no ensuciar los pantalones y conciente de que te mancharás bastante las manos y la boca.
¡Pero qué alegría que da, qué delicioso, qué bueno tener tanto por tan poco!
Mientras disfrutás de lo que compraste en Bo de B podés ver algunos puntos interesantes que están muy cerca como el Edificio del Correo o la escultura Cap de Barcelona.
Acá los datos para que lo encuentres si estás paseando por el barrio Gótico:
Aunque no lo creas hay gente que, al verla por primera vez rodeada de grúas y obreros trabajando, piensa que están restaurándola. Pues no, no es así. La Sagrada Familia nunca se terminó de construir, de ahí todo ese movimiento alrededor ella.
La Sagrada Familia hoy en día sigue en construcción (facebook oficial).
Todo empezó en 1882, cuando un vecino de la zona llamado Bocabella, decide impulsar la construcción de una iglesia en ese sector, que aún no formaba parte de Barcelona (era un pueblo afuera de la ciudad). Se contrata a un arquitecto que sólo trabajará un año, abandonando la obra en 1883.
Es en ese momento cuando entra en escena Antoni Gaudí i Cornet y cambiará para siempre la historia de este templo. Gaudí dedicará casi 40 años de su vida a Sagrada Familia, hasta su muerte en 1926. Y durante tantos años de trabajo, levantará sólo una fachada y finalizará la cripta, lugar donde hoy está enterrado.
Ésa fachada, la del Nacimiento y la más famosa de este templo, junto con la cripta, hoy son Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO. Y con sólo verlas, uno puede entender por qué.
Pero el desarrollo del proyecto y su construcción no serán sencillos. La financiación será un problema, ya que Sagrada Familia no ha recibido dinero del Estado ni de la Iglesia: se ha mantenido siempre gracias a donaciones privadas o ayudas generadas por los propios vecinos.
De ahí el tiempo que ha llevado poder finalizarla. Hoy, la Sagrada Familia puede anunciar su fecha de terminación: el año 2026, cuando se cumpla el aniversario número cien del fallecimiento de su creador, Antoni Gaudí.
Tips para visitar la Sagrada Familia
Si nos preguntan cuál es el edificio/museo/atractivo de Barcelona que hay que visitar por dentro casi obligadamente, diríamos que es éste. La Sagrada Familia es única, su arquitectura es increíble y la experiencia de visitarla es inolvidable. Por eso les dejamos algunos tips:
Comprar las entradas con anticipación: esto es muy importante, ya que la mayor parte de las veces, al llegar a la iglesia, descubrirás que las entradas están todas vendidas. Para evitar pérdidas de tiempo, colas o estrés (sobre todo si vas a estar pocos días en Barcelona) aconsejamos ser previsores y comprar las entradas online. Que, además, son un poco más económicas que en taquilla.
Ya que hablamos de comprar online, te dejamos el link de la web donde puedes hacerlo: www.sagradafamilia.org, la página web oficial del templo. Sólo en esta web tendrás la disponibilidad real de entradas. Hay muchas páginas que revenden las entradas, pero no siempre cuentan con la disponibilidad en tiempo real, y suelen venderlas un poco más caras, porque agregan un Fee de gestión. Para garantizar que no tendrás sorpresas, hacé tu compra en la web oficial.
Entre las ofertas de entradas verás que la más económica no cuenta con ninguna visita guiada o audioguía. Sólo incluye el ingreso a Sagrada Familia. Si te da el presupuesto, te recomendamos hacer la visita con alguna guía (audioguía o con un guía oficial del templo). Así tu visita será completa y podrás comprender todo lo que Gaudí quiso trasmitir con su obra cúlmine.
Descubrirás al hacer la compra, que debés elegir un horario de ingreso. Es la mejor manera para evitar colas y además, de esa manera también se puede controlar la cantidad de gente que la visita, porque se maneja por cupos. Sugerencia destacada: conseguir tickets en horarios de mañana o mediodía. Cuando el sol está alto y atraviesa las vidrieras de la Sagrada Familia, el espectáculo en el interior es maravilloso. Especialmente en el invierno, cuánto más temprano mejor, porque tendrás mejor luz natural.
Y ahora, no nos queda más que desearte que disfrutes de la experiencia de conocer esta obra de arte que nos ha regalado Gaudí en Barcelona, y que aproveches antes o después de tu visita para ir a comer y beber espectacularmente en RARO (hacé click en este link para ver el artículo).
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