HOY VAMOS A: EL CUINER DE DAMASC (Barrio Gótico) 0 (0)

HOY VAMOS A: EL CUINER DE DAMASC (Barrio Gótico) 0 (0)

A metros de las oficinas del Ayuntamiento de Barcelona, detrás de unas puertas de madera llenas de Street art, se encuentra El Cuiner de Damasc (Carrer dels Templers 2), reconocido en toda Barcelona como el lugar donde se sirven los mejores shawarmas. Productos frescos, elaboración casera y la mejor onda de su gente, hacen que la visita se repita más de una vez.

https://www.youtube.com/watch?v=xf4WcDkGCq8&feature=youtu.be

Nuestro amigo Facundo, argentino que se vino a Barcelona hace más de 16 años, nos lo había dicho: “El mejor shawarma de Barcelona está en la Placa Sant Miquel”.  Y si alguien afirma con tanta rotunidad algo, sobre todo si se trata de comida, nosotros vamos a comprobarlo.

La verdad es que Barcelona está llena de sitios como éste. Shawarmas a buen precio,es la propuesta ideal cuando se tiene hambre y no mucho presupuesto.

O poco tiempo para hacer un almuerzo de dos platos y postre (lo mismo puede aplicar para una cena).

Confesamos haber probado varios shawarmas , por eso nos intrigaba este lugar, tan céntrico y tan recomendado. Y digo “tan recomendado”, porque luego descubrimos que no sólo Facundo era habitué y fan de estos shawarmas, sino que eran muchos más los que hablaban de él.

Así que, allí nos fuimos una noche a comprobar si este lugar merecía tantos elogios.

Llegamos al Cuiner de Damasc

Y llegamos a las puertas de “El Cuiner de Damasc”, en la esquina del Carrer dels Templers y Carrer del Palau, pleno barrio Gótico. A pocos metros se encuentra la Placa de Sant Miquel, con su famosa escultura homenaje a los castellers y el Ayuntamiento de Barcelona.

No puede haber algo más céntrico en la ciudad.

Apenas entramos nos recibió una cola de gente esperando a hacer su pedido.

Sí, hay cola.

Y sí, puede ser larga. La cola y la espera.

Pero no importa. Aquí, en el Cuiner de Damasc se espera lo que haya que esperar. Porque vale la pena.

Mucho.

Tanto como para comer el mejor shawarma de Barcelona.

Los que llegan ya saben que este es el posible escenario, especialmente si uno entra después de las 21hs.

El Cuiner cierra a las 23hs; así que alrededor de las 22.30hs nadie más puede entrar.

Los afortunados que han quedado dentro, recibirán su premio, que es poder comprar y disfrutar del mejor shawarma de la ciudad. Los que lleguen después, tendrán que volver otro día, pero más temprano. 

Hay algunos lugares que logran esa fama y pueden darse el lujo de cerrar, incluso sabiendo que queda gente fuera. O el de no tener un gran cartel con su nombre en la fachada para que los encuentren.

Es que El Cuiner de Damasc no necesita eso. Su fama los precede.

Y sus clientes la aceptan. Porque a cambio, este lugar te ofrece la calidez de su atención, los productos más frescos y unos sabores que querrás repetir.

Al final del día, no es eso lo que buscamos en un buen lugar de comidas? Podría decirse que ellos han sabido aplicar esta fórmula infalible y se nota.

Su equipo y sus productos

Salem es el dueño, que llegó de Siria hace años, y que da la bienvenida a sus clientes. Simpático y sociable, se lo puede ver entre las mesas charlando con la gente.

Carlos y su compañero, están detrás del mostrador, preparando y cocinando uno a uno los shawarmas. Hay una frase que Carlos nos dijo cuándo lo conocimos, que lo resume todo: “Yo no tengo clientes, tengo amigos”.

Y es verdad. Te hace sentir como amigo de siempre, mientras le pone toda la dedicación a ese siguiente shawarma que va a ser tuyo en unos minutos. 

La otra clave es esta palabra: “casero”.

Todo lo hacen ellos. Desde el pan de pita hasta el döner shawarma que gira verticalmente contra el fuego, para ser cocido.

Ellos mismos preparan la combinación de las carnes de pavo y cordero, que serán asadas. Y será Carlos quien se encargue de asegurarse de que queden bien jugosas y marcadas contra el fuego. Trabajo y dedicación

Y llegamos al sabor. Increíble.

Gracias a la combinación perfecta entre el pan, las carnes, las verduras y la salsa que ellos preparan. En este punto es donde me quedo sin palabras y les pido que vayan y lo prueben.

Como nos dijo nuestro amigo Facundo alguna vez: “Vayan y prueben”.

Nosotros les decimos lo mismo, vayan y prueben, háganlo y sabrán de qué les estamos hablando.

Si estás disfrutando del shawarma de El Cuiner de Damasc, caminá unos pasos y plantate en la Plaça Sant Miquel y luego seguí recorrido por el barrio Gótico que te encantará.

Acá los datos para que lo encuentres si estás paseando por el barrio Gótico:

El Cuiner de Damasc

Carrer dels Templers 2, Barrio Gótico, Barcelona.

Teléfono 936 65 12 66

Horario: martes a sábados de 13.00hs a 16.00hs y de 19.00hs a 23.00hs

Links: no tiene web ni redes sociales

HOY VAMOS A: BO DE B (Barrio Gótico) 0 (0)

HOY VAMOS A: BO DE B (Barrio Gótico) 0 (0)

Uno de los mejores bocadillos de Barcelona, a un precio súper barato y en una ubicación ideal para el que pasea por Barcelona, sea turista o local. Un “bareto barato” para tener en cuenta, cuando hay poco tiempo, pocos billetes en la cartera y mucho hambre.

Podríamos decir, sin temor a equivocarnos, que ya es un clásico de Barcelona.

Es tal su fama, que ha trascendido fronteras, y cuando llegás a su puerta descubrís que su clientela proviene del mundo entero. Todo aquél que anda por Barcelona y con presupuesto ajustado, pero tiene ganas de buenos sabores y  tiene bastante hambre, está generalmente haciendo cola para comprar su bocadillo en Bo de B.

El Local

Es un lugar pequeño, al lado del edificio de Correos de la ciudad y en uno de los límites del barrio Gótico. Hace 11 años que comenzaron y el reconocimiento que se han ganado tiene que ver con lo más importante que buscamos a la hora de comer: productos frescos, ricos, servidos generosamente y a excelente precio.

Por eso se ha ganado un lugar en nuestra lista de recomendaciones, y en esta sección que llamamos “Baretos baratos”, donde nos gusta pasarles el dato de buenos lugares donde comer o beber sin pagar mucho.

En verdad, y para ser claros: este no es un bar propiamente dicho.

De hecho no vende alcohol, y la mayoría de la gente compra aquí su comida para llevar.

No vamos a mentirles, la idea es que confíen en nosotros, porque Bo de B, aunque por su modelo de negocio no lo parezca, se ajusta perfectamente a esta sección en cuanto a precios y calidad se refiere.

Si buscan comer bueno y barato, éste es su lugar.

La cerveza se puede comprar en cualquier supermercado a pocos metros, eso nunca es un problema.

El nombre

Ahora, hablemos de lo que nos atañe, Bo de B: su nombre (curioso) está en catalán. “Bo” es bueno, y la B, de nuestra querida Barcelona.

Así que su nombre lo dice, y no miente: éste es el Bueno de Barcelona

Sus productos

Qué nos ofrecen? Bocadillos, sobre todo. O sea sándwiches.

Todas las variedades están escritas en la ventana del local, así que mientras esperás a ser atendido, ya podés ir decidiendo con cuál de todos vas a deleitarte: hay de ternera, de pollo, de salmón, sólo de vegetales, hamburguesas.

Todos a un precio alrededor de los 4 euros. Por unos 50 céntimos más, podés agregar el queso feta, que recomendamos fervientemente. 

Ahora, si tenés más tiempo, no podés comer pan o tenés ganas de sentarte mientras comés tranquilo, Bo de B tiene algunas mesas (no muchas) en su interior.

Podés comer el bocadillo ahí mismo, o disfrutar de cualquiera de las otras opciones que hay en el menú: sus propuestas al plato.

Consisten en variedades de verduras, ensaladas, con la opción de agregar también pollo o carne, por ejemplo, que se cocinan en el momento.

Estos platos son enormes, generosos, y si bien son un par de euros más caros que los bocadillos, son ideales si buscás algo natural y fresco, pero asegurándote que no tendrás hambre de nuevo por varias horas.

Nos gusta siempre aclarar algo: la frescura de los productos, y además en el caso de Bo de B, que se cocinan en el momento. Cuando finalmente llega tu turno, te preguntarán tu elección y si es con carne, tu ración ya marinada, se cocinará ahí mismo. De ahí que lleve algo más de tiempo, y las colas en temporada alta o en horas pico sean largas.

Pero vale la pena, siempre vale la pena.

Cómo funciona Bo de B?

Lo contamos, porque con tantos años atendiendo a tanta gente, ya tienen un sistema para funcionar mejor.

Te pasamos el dato sobre todo si sos primerizo por estos lares. Cuando llegues es muy probable que ya te encuentres con gente haciendo cola. De hecho, en nuestro video les contábamos que eran las 12.05hs, habían abierto a las 12.00hs, y ya teníamos gente delante.

Ahora, este dato es esencial: si vas a comprar y llevarte tu comida, como hicimos nosotros, la cola que hay que hacer es la que se extiende hacia la derecha de la puerta (mirando a la puerta). En cambio, si querés comer dentro de Bo de B, la cola se hace hacia la izquierda. De esa forma, en el local ya pueden organizar su trabajo y a nosotros, sus clientes.

Otro detalle más: por cuestiones de espacio, que no sobra dentro del local, la cola se hace fuera y sólo van ingresando de 1 o dos personas a la vez, a medida que van saliendo los que ya están atendidos. 

Parecen muchas reglas, no? Tranquilos, no es el “Soup Nazi” de Seinfeld. Esta gente es muy amable y cuando te reciban, van a atenderte con una sonrisa y muy buena onda. 

Ahora sí, bocadillo en mano y con tu estómago pidiendo por favor que lo calmes, después de haberlo estimulado más con los aromas y colores de Bo de B, buscás un lugar para saciar el hambre. 

Los valientes, o gente con manos y boca muy grande, pueden caminar y comer al mismo tiempo.

No es mi caso, sobre todo por las manitos. Si sos más de mi equipo, y no querés que toda tu ropa evidencie después lo que has comido, sugerimos el lugar ideal para engullir con tranquilidad tu sándwich: las escalinatas del edificio de Correos, que están justo enfrente.

Mismo lugar que elegimos nosotros, y mucha gente más, en el video que ya les compartimos. El sol acompaña, algunas palomas también hay que decirlo, y hacemos de ese un lindo lugar para parar unos minutos y sorprendernos con todos los sabores que puede incluir un bocadillo tan genial.

El pan calentito, esponjoso por dentro y crujiente por fuera; la variedad de verduras, las carnes marinadas y especiadas, el queso feta que se deshace y las salsas que unen todo… y chorrean un poco, ojo con este detalle.

Así que el bocadillo de Bo de B se come mejor sentado, con las piernas abiertas de par en par, para no ensuciar los pantalones y conciente de que te mancharás bastante las manos y la boca.

¡Pero qué alegría que da, qué delicioso, qué bueno tener tanto por tan poco!

Mientras disfrutás de lo que compraste en Bo de B podés ver algunos puntos interesantes que están muy cerca como el Edificio del Correo o la escultura Cap de Barcelona.

Acá los datos para que lo encuentres si estás paseando por el barrio Gótico:

BO DE B

Carrer de la Fustería 12, Barrio Gótico, Barcelona.

Teléfono 936 67 49 45

Horario: todos los días de 12.00hs a 23.00hs

Link: Instagram / Facebook

Cómo nacen las tapas. Las tapas en Barcelona. 4.7 (3)

Cómo nacen las tapas. Las tapas en Barcelona. 4.7 (3)

España es reconocida en el mundo por el flamenco, los toros, las paellas y las tapas (y Barcelona en este último punto no escapa a la regla). Pero sabemos muy bien que esta es una mirada muy limitada de la realidad: España es mucho más rica y diversa que sólo estos cuatro elementos. En un país de poco más de 505 mil kilómetros cuadrados conviven tradiciones, lenguas, identidades y culturas diversas que hacen mucho más rica la experiencia de conocer la verdadera España. 

Pero de uno de los elementos que la conforman, sí podemos decir que es un bien nacional: las tapas.

Salir o ir de tapas es una costumbre tan española que atraviesa al país en cualquier dirección. Obviamente, hay diferencias según las regiones. No se vive de la misma forma en todos lados y, por supuesto, las tapas en Barcelona tienen sus características… pero ya llegaremos a eso.

Empecemos primero por definir qué es una tapa. Porque si bien todo el que visita este país viene buscando “comer tapas”, muchas veces pasa que no se sabe a ciencia cierta exactamente qué es.

Bueno, es muy sencillo: la tapa es un aperitivo que acompaña a la bebida, que puede ser alcohólica o no. Este aperitivo puede ir desde unas olivas, una loncha de jamón o una cuña de queso hasta algún platito de patatas o croquetas para compartir.

La acción de ir a un bar, pedir una copa que vendrá acompañada de una tapa, dejar ese bar e ir al siguiente para repetir con otra copa y otra tapa, y así en continuado hasta que te canses (o te hayas pasado de copas, lo que pase primero), es básicamente “ir de tapas”.

Una costumbre más que arraigada y que muchos locales disfrutan con amigos o familia. También es una buena manera de conocer gente y salir a comer sin gastar demasiado.

¿Por qué el nombre “tapa”?

Para rastrear el origen de las tapas y de su nombre hay que viajar en el tiempo. ¿Pero cuánto hay que retroceder? Eso no está tan claro, porque el origen tiene tantas versiones que podemos ubicarlo tanto en el siglo XIII, como el XVI o el XIX. Y la realidad es que la aparición de la palabra “tapa” en su sentido culinario en el Diccionario de la RAE fue recién durante el siglo XX.

El concepto moderno de tapa es probable que haya nacido a partir de la escasez de comida, luego de la Guerra Civil Española, pero eso no niega que hayan formado parte de la historia gastronómica de estas tierras a lo largo de los siglos, mucho antes del siglo pasado. 

A través de la tradición oral nos han llegado distintas historias que nos cuentan el nacimiento de la tapa y que ya forman parte de la cultura popular.

La primera tiene lugar en pleno siglo XIII. El rey de Castilla, Alfonso X el Sabio (no, no era un X-Men), pasaba por una dolencia que debía ser tratada a base de sorbos de vino (suena mucho mejor que tomar pastillas, no?). La cuestión es que, para evitar los efectos del alcohol, el rey tomaba pequeños bocados acompañando la bebida. El tratamiento tuvo resultados positivos y, ya recuperado, Alfonso X dispuso que en todos los mesones de su reino se sirviese el vino con una pequeña ración de comida. Una ración que ayudaba a “tapar” los efectos del vino en los consumidores. 

Otra versión del nacimiento de la tapa

Versión número dos: ahora es el turno de los Reyes Católicos, los famosos Fernando de Aragón e Isabel de Castilla.

En tiempos de sus reinados, un problema que se repetía era el de los carreteros que chocaban o generaban variedad de incidentes a la salida de las tabernas por haber bebido un poco de más. Como medida para evitar estos incordios, se obligó a los taberneros a servir con el vino o la cerveza una tapa. ¿Por qué el nombre? Porque esa pequeña porción de queso, jamón o lo que fuese debía servirse en un plato pequeño que tapara la boca del vaso. El cliente debía primero comerse la “tapa”, para luego destapar su vaso y beber su contenido, ya sin tener el estómago vacío. 

No hay dos sin tres

La siguiente versión se atribuye, con algunas variantes, a dos reyes separados casi por cuatro siglos. Ambas tienen lugar en Cádiz y relatan situaciones muy similares.

La historia más antigua tiene como protagonista, otra vez, a Fernando de Aragón. En su viaje, se detuvo con la reina Isabel en un parador. Había mucho viento ese día, “viento de levante”, y el rey pidió que su copa fuera cubierta con una loncha de algún embutido para que la arena no entrara en su vaso. El tabernero lo tapó con queso y al entregárselo al rey dijo: “Aquí tiene su tapa, majestad”. Y, ala! La tapa fue creada.

Sin embargo, otra historia que da vueltas por ahí, cuenta algo muy parecido pero con el rey Alfonso XIII, a fines del siglo XIX. El escenario es de nuevo, Cádiz. Parece que el rey quiso tomarse un vino de jerez y se detuvo con su séquito en un mesón (alguna versión dice que ese mesón aún existe y es el “Ventorrillo del Chato”). Los vientos gaditanos volvieron a hacer acto de presencia, pero esta vez fue el tabernero que tuvo solito, solito, la idea de tapar la copa para evitar que entrara arena o polvo. Usó una loncha de jamón y entregó la bebida “tapada” al rey. Alfonso XIII gustó tanto de la idea, que se comió la tapa y repitió el pedido. 

Todas estas historias son leyendas. Pero todas coinciden en que la tapa surge como necesidad de cubrir la bebida o en que es una ayuda para el consumo de alcohol. Lo más curioso es que en todas ellas, los reyes son los protagonistas y los que validan su existencia.

Basta de leyendas

La realidad es que ya en el siglo XVIII hay registros del uso de pan duro o pequeños platos con comida para tapar los vasos. Y muy probablemente, esta práctica tenía que ver con una suerte de “higiene”: al hacerlo se protegía a la bebida del polvo o de insectos.

Otro origen práctico de la tapa tiene que ver con los intereses de los taberneros. Al poner un aperitivo salado junto a la bebida, el cliente seguramente se tomaría otra bebida para saciar la sed.

Sea cual sea nacimiento, tan difícil de rastrear en el tiempo, hoy la “tapa” es identitaria. 

De aquellas primeras lonchas de embutidos o quesos, hoy en día podemos disfrutar también de tapas calientes que incluyen tortillas, croquetas o calamares a la romana.  

Y admiten cualquier escenario: desde tabernas o bares más pequeños o tradicionales, pasando por la alta cocina hasta llegar a banquetes de la corte española.

Si estás en España, tapear es casi una obligación. Deliciosa obligación.

De tapas por Barcelona

En algunas zonas, como Almería o Granada, la tapa es gratuita. Al pedir tu copa, te ponen siempre alguna tapa para degustar. Solo pagas la bebida y, podríamos decir, se come gratis!

Pero aquí en Barcelona (y para el caso, en Catalunya), esta no es la regla para las tapas. Hay muy pocos lugares donde esto ocurra. En general, uno va a un bar, pide su copa y alguna tapa para compartir, que tiene su precio, por supuesto. 

Y otro detalle. En Madrid, por ejemplo, el ritual de “ir de tapas” se cumple al pie de la letra: un bar, copa y tapa; se sigue a otro bar, con su respectiva copa y su tapa.. y así hasta que se acaben los bares… o el dinero… o los amigos que invitan cuando se acabó el dinero.

Pero por la ciudad condal esto no es taaan exacto. Cuando quedamos con amigos para comer tapas, solemos ir a un bar o taberna que nos guste, y ahí mismo bebemos y comemos todo lo que querramos. Se podría decir que es un poco más “sedentario”: se pierde un poco la vida itinerante del tapeo. 

Recorrer España “tapeando” puede ser una experiencia muy gratificante. En cada rincón podrás descubrir una manera diferente de “tapear”, pero también es la mejor excusa para conocer a su gente, su cultura, los productos de su tierra, disfrutando de sabores increíbles. Y siempre, a muy buen precio. Entonces, nos vamos de tapas?

Pin It on Pinterest